PLAZA DEL CONCILIO DE TRENTO

Coordenadas: 40°57’38″N 5°39’46″W

El Convento de San Esteban domina la Plaza del Concilio de Trento, un original espacio público con dos partes separadas por un puente de piedra que cruza el antiguo cauce del Arroyo de Santo Domingo, hoy desaparecido, que discurría delante de uno de los monumentos más bellos de la ciudad. Este lugar está cargado de historia, puesto que en este convento de los dominicos se alojó Colón cuando visitó Salamanca para exponer ante los geógrafos de la Universidad cómo se podía llegar a las Indias navegando hacia Occidente. Destaca también la estatua a Francisco de Vitoria, gran figura del derecho internacional. La plaza llegó a ser punto de partida de los coches de línea y hoy es uno de los rincones más emblemáticos del casco antiguo de Salamanca, no solo por el convento, mezcla de los estilos gótico y renacentista, sino por las vistas que ofrece, junto con su hermoso jardín.

 

Especie destacada: Magnolio (Magnolia grandiflora)

En el centro de la zona ajardinada de la plaza, junto a la fuente, destaca un magnolio, con sus hojas largas de un llamativo color oscuro, especialmente cuando es la época en la que luce sus hermosas flores blancas. Procede, precisamente, del continente americano descubierto por Colón tras pasar por este lugar, en concreto, es originario del sureste de Estados Unidos.

El magnolio es una especie que puede alcanzar alturas considerables, hasta unos 35 metros, pero tiene un crecimiento extremadamente lento. Sus hojas, ovaladas, llaman la atención porque llegan hasta los 20 centímetros de longitud. Sin embargo, nada resulta tan impresionante como las flores, de entre seis y 12 pétalos blancos y numerosos estambres, que sorprenden en primavera y principios del verano. Al ser hermafroditas, no dependen de animales polinizadores para producir un fruto que tiene forma de piña y del que salen las semillas que pueden originar un nuevo árbol.

Al magnolio le conviene un clima templado y húmedo. Por lo tanto, si no está en una zona de lluvia abundante, necesita riegos frecuentes para sobrevivir. A cambio, regala una buena sombra y por eso se usa frecuentemente en parques y jardines.

Aunque su uso es principalmente ornamental, al magnolio se le atribuyen algunas propiedades medicinales, de manera que se ha utilizado para reducir el estrés, tratar problemas digestivos y hasta enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis.

El nombre de este árbol procede del botánico Pierre Magnol. ¿Sabes de qué país era?