Nuevos proyectos basados en microorganismos permiten avanzar hacia una agricultura más eficaz y sostenible

DICYT En el marco de la feria SALAMAQ 2021, la Diputación de Salamanca ha presentado hoy los resultados de los cinco ‘Proyectos de Investigación orientados a ofrecer soluciones tecnológicas al sector primario’ dentro de la III Convocatoria promovida por la institución provincial junto a la Universidad de Salamanca (USAL) y Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA-CSIC). Un ejemplo de las posibilidades que tiene la I+D+i en el campo son los proyectos presentados por la Unidad de Excelencia Agrienvironment sobre nuevos biofertilizantes basados en bacterias y hongos. Estas iniciativas no solo mejoran el rendimiento de los cultivos y la calidad de los productos, sino que permiten avanzar hacia una agricultura menos contaminante y más sostenible.

El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias; el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero; y el vicedirector del IRNASA-CSIC, Iñigo Zabalgogeazcoa, han estado presentes en el acto y han destacado la importancia de la colaboración entre distintas entidades y actores para que la I+D+i pueda ofrecer mejoras al campo. En ese sentido, además de los profesionales del campo y los investigadores, destaca el papel de las empresas del sector, que ayudan a la financiación y son clave para la transferencia de conocimiento. En ese sentido, el objetivo final es “trasladar el saber desde los laboratorios y las aulas a las explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia y avanzar de la mano de empresas interesadas en el desarrollo de estos proyectos”, resumió el presidente de la Diputación.

El proyecto liderado por Raúl Rivas, investigador del Grupo de Interacciones Planta-Microorganismo de la USAL y de la Unidad de Excelencia Agrienvironment, busca biofertilizantes bacterianos para sustituir a los fertilizantes químicos, teniendo en cuenta los problemas de contaminación medioambiental que provocan estos últimos. “Es lo que hemos visto este año en el Mar Menor”, explica el científico en referencia a la situación de la laguna costera murciana, que ha sido noticia al verse afectada por los abonos que emplea la agricultura industrial de la zona, provocando la muerte de miles de peces y otras especies.

Desde hace años, el aislamiento de bacterias del suelo que puedan ser beneficiosas para los cultivos es una de las principales líneas de investigación del grupo de Raúl Rivas. Ahora, este proyecto que cuenta con la financiación de la Diputación y la colaboración de las empresas Campal y Ceres Biotics, se centra en la búsqueda de biofertilizantes para cereales, con el objetivo de mejorar su producción en cantidad y en calidad. Los ensayos de campo incluyen cultivos de trigo y de maíz. Los primeros resultados con respecto al trigo son excelentes, ya que “mantenemos la producción, igualándola frente a los cultivos fertilizados y muy por encima frente a los cultivos sin fertilizar”, comenta el experto en declaraciones a DiCYT.

Además, gracias a este proyecto, los investigadores han comprobado que el trigo fertilizado gracias a las bacterias experimenta una mejora cualitativa, especialmente con respecto a ciertas propiedades nutricionales. “Algunas de ellas son requeridas para harina destinada a galletas, que tiene un mayor valor en el mercado”, destaca Rivas. El Grupo de Interacciones Planta-Microorganismo de Agrienvironment está enfocando su trabajo en cultivos de interés para la provincia de Salamanca, de manera que además de los cereales, ya está trabajando en otros alimentos, como las lentejas.

El hongo ‘Trichoderma’

Por su parte, Enrique Monte, investigador del Grupo de Fitopatología y Control Biológico de Agrienvironment, también presentó un proyecto relacionado con el trigo. Sin embargo, en este caso el microorganismo clave es el hongo ‘Trichoderma’. “Hemos seleccionado cepas que tenemos en la colección de este hongo que vive en el suelo y en la rizosfera de las plantas y ver cuáles eran capaces de colonizar la raíz del trigo eficazmente, siendo promotoras del crecimiento y bioestimulantes”, explica el científico.

Además, los investigadores querían saber si eran compatibles con los fertilizantes nitrógeno, fósforo y potasio (conocidos como fertilizantes NPK), que se aplican habitualmente a los cultivos extensivos de cereal. Para ello, establecieron una colaboración con la empresa salmantina Mirat Fertilizantes. En el cultivo de trigo, el fertilizante se aplica en dos momentos diferentes, en la preparación del campo antes de la siembra (abonado de fondo) y cuando el cultivo ya ha germinado. Muchos agricultores aplican una cantidad excesiva de producto en el primero, de manera que tienen demasiados gastos y contaminan más, porque la planta no lleva a absorber el fertilizante que sobra. “Hemos comprobado que cuando ‘Trichoderma’ se aplica en el abonado de fondo junto con los fertilizantes el rendimiento es mayor, y hemos barajado diferentes concentraciones para optimizar las cantidades”, apunta Monte. Los resultados han sido “muy buenos”, así que el proyecto ha sido un éxito y ahora la empresa, si lo desea, podrá desarrollar ahora un producto que combine los hongos y los fertilizantes.

También presentaron sus investigaciones José Sánchez, científico de la USAL del Instituto de Investigación en Agrobiotecnología (CIALE), sobre caracterización de productos de la colmena; Isabel Revilla, de la Escuela Politécnica Superior de Zamora de la USAL, sobre predicción de parámetros de calidad de productos del cerdo ibérico; y Carlos Palacios, de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales, sobre prácticas agropecuarias certificadas en agricultura ecológica, este último en colaboración con el IRNASA.

La Delegación Institucional del CSIC en Castilla y León muestra sus innovaciones en Salamaq 2021

Tres centros de investigación punteros en la Comunidad de Castilla y León acercarán sus proyectos al público visitante a lo largo de cinco días

CSIC/DICYT La Delegación Institucional del CSIC en Castilla y León participa en Salamaq 2021, feria agropecuaria que se celebra en Salamanca entre el 3 al 7 de septiembre y que ha sido inaugurada hoy por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado por el ministro de Agricultura, Luis Planas. Este evento, referencia para el sector agroganadero español y del sur de Europa, incluye a 434 expositores de España, Francia y Portugal en más de 31.000 metros cuadrados.

La investigación científica y la innovación en agricultura y ganadería estarán muy presentes en el recinto ferial de la Diputación de Salamanca, que acoge el evento. Tres centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Castilla y León directamente relacionados con el sector primario darán a conocer sus proyectos en el stand de la Delegación Institucional del CSIC en la comunidad: el IRNASA (Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca), el IBFG (Instituto de Biología Funcional y Genómica), también de Salamanca, y el IGM (Instituto de Ganadería de Montaña) de León.

A cada centro le ha sido asignado un día para presentarse: el sábado, el IRNASA compartirá con el público sus estudios relacionados con agricultura ecológica, análisis de suelos y parasitosis, entre otros temas; el domingo, los investigadores del IBFG nos hablarán de sus proyectos con levaduras, especialmente ligados con sus investigaciones sobre los procesos vinificación y panificación; y el lunes, el IGM expondrá sus tres líneas generales de investigación: nutrición y producción de herbívoros, sanidad animal y sistemas ganaderos y uso del territorio. Los dos días restantes de la feria, viernes y martes, estarán dedicados a presentar la actividad de estos tres centros del CSIC en Castilla y León en su conjunto.

Un microscopio conectado a una pantalla permitirá que el público pueda observar en directo muestras de parásitos, microorganismos o tejidos vegetales, entre otros materiales de interés. Los espectadores podrán tratar de adivinar qué están viendo en la pantalla o de resolver las preguntas que adornan el techo del stand en forma de pequeños paneles colgantes. Además, se reproducirán vídeos divulgativos para explicar el trabajo realizado por los tres centros de investigación y varios paneles y carteles proporcionarán información sobre la actividad del CSIC en general y su trabajo en el área de ciencias agrarias, y sobre los centros de investigación de la región. Este año, como respuesta a la excepcional situación sanitaria, los panfletos informativos han sido sustituidos por códigos QR, que permitirán a los espectadores acceder a los sitios web de los centros para obtener más información, y no se realizarán talleres que impliquen contacto físico por parte del público.


La Delegación Institucional del CSIC en Castilla y León participa en Salamaq 2021 en el marco del proyecto ‘Científicas y Cambio Global. Programación de la Red de Cultura Científica del CSIC’, que cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia e Innovación y está coordinado por el área de Cultura Científica del CSIC.