Los socios del proyecto Bioschamp, entre ellos el IRNASA-CSIC, presentan nuevos resultados en el Congreso de la ISMS celebrado en Estados Unidos
El sector del champiñón, tradicionalmente dependiente de la turba para la tierra de cobertura, está a punto de experimentar un cambio transformador con los innovadores resultados del proyecto BIOSCHAMP. Esta iniciativa internacional, en la que participan 13 socios de siete países, tiene como objetivo proporcionar un suelo de cobertura alternativo y sostenible de baja turba para la industria del champiñón, mejorando la productividad, la sostenibilidad y la rentabilidad dentro del sector europeo del champiñón. BIOSCHAMP presenta ahora dos suelos de cobertura alternativos, ambos con un 50% menos de turba.
El proyecto, en el que participan seis universidades y centros de Investigación, entre ellos el IRNASA-CSIC, tres grandes empresas y cuatro pymes, ha realizado recientemente ensayos a escala semicomercial en INAGRO (Bélgica) y CTICH (España). Estos ensayos, llevados a cabo de acuerdo con las prácticas habituales, tenían como objetivo evaluar la viabilidad de las tierras de cobertura alternativas en dos sistemas de cultivo de champiñón distintos que prevalecen en la Unión Europea.
Los resultados se presentaron en el 20º Congreso Internacional de la ISMS sobre la Ciencia y el Cultivo de Setas Comestibles y Medicinales (ISMSC), celebrado en Las Vegas (Estados Unidos), en el que se mostraron dos suelos de cobertura alternativos. Ambas soluciones, la Alternativa A de Kekkila-BVB y la Alternativa B de NewFoss “fibre bv”, se probaron basándose en resultados anteriores de BIOSCHAMP.
Los resultados de los ensayos, de los que forma parte el IRNASA-CSIC, son alentadores. Se comprobó que el rendimiento de los suelos de cobertura alternativos ensayados era comparable al de la referencia 100% turba utilizada tradicionalmente en el cultivo de champiñones. Además, un estrecho seguimiento de las técnicas de cultivo reveló que la gestión de los cultivos correspondientes era similar, lo que facilita la posible transición hacia estos materiales de cobertura alternativos.
El proyecto BIOSCHAMP supone un importante paso adelante en la promoción de la sostenibilidad en el sector del champiñón. Al demostrar con éxito la viabilidad de alternativas sostenibles a la turba para la tierra de cobertura, el proyecto allana el camino hacia un futuro respetuoso con el medio ambiente y económicamente viable para el cultivo de champiñones en Europa.
Más información sobre el proyecto BIOSCHAMP y sus resultados en el sitio web https://bioschamp.eu/
