El IRNASA-CSIC inicia en diciembre cinco nuevos proyectos de la convocatoria de Transición Ecológica

  • El Instituto coordinará uno de ellos, centrado en el ‘Diagnóstico y mitigación de la contaminación de suelos y aguas por pesticidas aplicados en viticultura’

El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA-CSIC) inicia este mes de diciembre cinco nuevos proyectos de investigación de dos años de duración financiados en el marco de la convocatoria de Proyectos de Transición Ecológica y Transición Digital 2021 del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Estas ayudas tienen como finalidad fomentar las actividades de I+D+i orientadas a diversos objetivos medioambientales: la mitigación del cambio climático, la adaptación al cambio climático, el uso sostenible y la protección de los recursos hídricos y marinos, la economía circular, la prevención y control de la contaminación, y la protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas.

Uno de estos proyectos, titulado ‘Diagnóstico y mitigación de la contaminación de suelos y aguas por pesticidas aplicados en viticultura’ (TED2021-129962B-C41), será coordinado por el IRNASA-CSIC, en concreto, por los investigadores María Sonia Rodríguez Cruz y Jesús María Marín Benito. En el proyecto, dotado con algo más de 400.000 euros, participan también la Universidad de Santiago de Compostela y la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA).

España es el país con mayor superficie vitivinícola de la Unión Europea y su productividad se controla en gran medida mediante el uso de pesticidas. Sin embargo, los residuos de pesticidas podrían transferirse al vino y contaminar las aguas superficiales y subterráneas. El objetivo general de este proyecto es evaluar la contaminación de suelos de viñedo y aguas por pesticidas y el impacto de prácticas de manejo sostenible en viticultura para reducir el uso de pesticidas y mitigar su transferencia a otros compartimentos ambientales.

Para ello, se llevará a cabo una aproximación multidisciplinar de este problema monitorizando la contaminación existente en zonas de viñedo con diferentes condiciones pedoclimáticas, representativas de las cinco Denominaciones de Origen (D.O.) de Galicia y las tres subzonas de la D.O.Ca. Rioja, y proponiendo nuevas prácticas de manejo de suelos/pesticidas para reducir el impacto de los pesticidas, manteniendo su rentabilidad y mejorando la resiliencia de los viñedos.

Variedades de maíz con doble aprovechamiento

Asimismo, los investigadores del IRNASA-CSIC Rosa Morcuende Morcuende y Juan B. Arellano Martínez participarán en otros dos proyectos, ‘Desarrollo de variedades de maíz con doble aprovechamiento en escenario de cambio climático’ (TED2021-129405B-100) y ‘Variedades autóctonas de trigo españolas: una fuente saludable de variabilidad genética para luchar contra las intolerancias al trigo y su respuesta al cambio climático’ (TED2021-129733B-100).

El primero de ellos, con un presupuesto total cercano a los 265.000 euros, está coordinado por la Misión Biológica de Galicia (MBG-CSIC) y cuenta además con la participación del Instituto de Agrobiotecnología (IdAB-CSIC). En el marco del mercado mundial de biocombustibles, los combustibles de segunda generación, que utilizan residuos de cultivos, son una alternativa prometedora. Cultivos alimentarios y forrajeros económicamente importantes, como el maíz, podrían suministrar grandes cantidades de residuos agrícolas, pero hasta ahora, los esfuerzos de mejora del maíz se han centrado predominantemente en optimizar el rendimiento del grano y poco en explotar las características útiles de la biomasa.

Las variedades con doble aprovechamiento deben ser estables en diferentes escenarios, incluyendo los de cambio climático. En este contexto, es crucial la identificación de marcadores fisiológicos y moleculares que confieran una producción más sostenible en diferentes condiciones de cultivo.

Así, el proyecto evaluará una colección de variedades locales con una amplia diversidad genética y adaptadas a las condiciones europeas para identificar variedades resilientes y con doble aprovechamiento que amplíen la estrecha base genética del cultivo de maíz. Por otro lado, perseguirá la generación de conocimientos básicos sobre la respuesta fisiológica y bioquímica del maíz a la sequía y a las altas temperaturas bajo diferentes [CO2] y sobre la capacidad de los dispositivos espectrorradiométricos para predecir la resiliencia de los cultivares a dichos estreses. Estos conocimientos ayudarán a construir modelos de predicción de la respuesta de adaptación y a diseñar programas de mejora más eficientes para la adaptación al cambio climático.

Variedades autóctonas de trigo: una fuente saludable de variabilidad genética

El segundo proyecto, que cuenta con un presupuesto de 218.000 euros, está coordinado por el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC). La producción de trigo debe satisfacer las crecientes necesidades de una población humana cada vez mayor, considerando al mismo tiempo las inciertas condiciones climáticas y la demanda de una agricultura más sostenible. En las últimas décadas, debido a una serie de factores, se ha producido una enorme disminución de la biodiversidad. Las variedades autóctonas de trigo representan una importante fuente de variabilidad genética para liderar la transición hacia un sistema agrícola más sostenible y ecológico.

Por otro lado, el consumo de trigo está asociado a varias patologías, que han aumentado en los últimos años y afectan hasta al 12% de la población. El fin último de este proyecto es la selección de variedades de trigo con bajo contenido de compuestos relacionados con reacciones adversas al trigo, rasgos de mejora que se han ignorado en todos los programas de mejora. La hipótesis de partida es que las variedades autóctonas de trigo españolas diferirán significativamente en el número y abundancia de genes, epítopos y otros compuestos relacionados con las intolerancias, lo que permitirá identificar genotipos/genes de trigo hipoinmunogénicos.

Transición ecológica sostenible del medio rural

Por otro lado, los investigadores del IRNASA-CSIC Mariano Igual Arroyo y Ángel Valverde Portal participarán en el proyecto Efecto de la restauración de núcleos rurales abandonados sobre los servicios ecosistémicos: hacia una transición ecológica sostenible del medio rural (RENURSE)’ (TED2021-132406B-I00) coordinado por el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE).

Las áreas rurales son cruciales para el crecimiento sostenible, porque proporcionan la mayoría de los servicios ecosistémicos a todo el territorio. Los servicios ecosistémicos (SE) son aquellos beneficios directos e indirectos que un ecosistema aporta a la sociedad y que mejoran la salud, la economía y la calidad de vida de las personas.

La hipótesis principal de RENURSE es que la restauración de núcleos abandonados permite fijar población y repercute positivamente en el desarrollo económico y social sostenible de las zonas montañosas despobladas. A su vez, puede proporcionar una correcta conservación del capital natural que permita alcanzar un equilibrio entre la provisión de los distintos tipos de SE (provisión, regulación, soporte y culturales).

Gramínea-endófito-microbioma

Por último, los investigadores Iñigo Zabalgogeazcoa González y Beatriz Rodríguez Vázquez de Aldana forman parte del equipo de trabajo del proyecto ‘Gramínea-endófito-microbioma: evolución, ecología y mejora ecosistémica de pastos y cubiertas’ (TED2021-131073B-I00) coordinado por la Universidad de Zaragoza y con la participación también de la Universidad de Granada y el Joint Genome Institute (Estados Unidos).

La transición ecológica implica un uso adecuado de los recursos naturales que eviten el deterioro de nuestros biomas, su conservación y la mejora de sus servicios ecosistémicos. La rentabilización de los servicios ecosistémicos vegetales y agrícolas se fundamenta en la conservación y la fertilización del suelo, la reducción de la huella de carbono atmosférico, y la regulación natural de plagas. El mutualismo adaptativo entre simbiontes dispares es ancestral, y ha sido la causa de la adaptación de las plantas y sus simbiontes a distintas condiciones abióticas y bióticas. Las plantas se asocian con bacterias u hongos, actuando como una unidad evolutiva en el tiempo y en el espacio, el holobionte.

El proyecto plantea que el empleo de gramíneas autóctonas anuales (Brachypodium) adaptadas a condiciones de estrés ambiental que forman distintas asociaciones con microbiomas del suelo, y el de gramíneas forrajeras autóctonas perennes (Festuca) infectadas por hongos endófitos de Epichloë sintetizadores de bioinsecticidas, puede ser optimizado en la mejora de la producción de cubiertas vegetales de cultivos leñosos y en la de pastos y céspedes, contribuyendo significativamente al incremento de la rentabilización de sus servicios ecosistémicos y a la conservación de la biodiversidad local.